ENFOQUE DEL CPE

La evaluación Justice Navigator es una herramienta esencial del enfoque tripartito del CPE para abordar las disparidades raciales en la seguridad pública.

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Medir y controlar

Recopilar y analizar datos ayuda a los departamentos a comprender mejor los problemas actuales y medir los avances futuros.

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Investigar para saber más

Si se identifica una disparidad, mostraremos cómo aprender todo lo posible sobre las situaciones en las que se produce o es más grave.

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Identificar los factores de riesgo y desarrollar intervenciones específicas

Los datos ayudarán a los departamentos a investigar e identificar los factores de riesgo que pueden contribuir a la disparidad. Una vez identificados los factores de riesgo, sugeriremos formas de mejorar las políticas escritas para reducir el riesgo de una actuación policial no equitativa. A partir de ahí, los departamentos pueden trabajar con la comunidad para desarrollar y aplicar intervenciones específicas para abordar los factores de riesgo concretos que estén bajo su control.

Las páginas siguientes de esta sección dedicada a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad ofrecen pasos claros hacia una actuación policial más equitativa. Si bien nuestras orientaciones están dirigidas a los organismos que ya se han asociado con la CPE y han recibido una evaluación Justice Navigator , también pueden ayudar a los departamentos a prepararse para recibir una evaluación o iniciar esfuerzos de reforma basados en datos, así como a los miembros de la comunidad que participan en esta labor. Si desea más información sobre la colaboración con el CPE para recibir una evaluación Justice Navigator , póngase en contacto con nosotros aquí.

Enfoque científico del CPE para reducir la desigualdad policial

Muchas personas creen que la discriminación racial es producto de las malas intenciones y el mal carácter. En consecuencia, creen que promover la equidad requiere cambiar los corazones y las mentes. Sin embargo, la ciencia nos dice algo diferente: que las situaciones predicen el comportamiento de las personas con más fuerza que sus actitudes por sí solas. Por lo tanto, para reducir y eliminar las disparidades en la seguridad pública, tenemos que abordar los sistemas y las situaciones que permiten que se produzcan.

Nuestras orientaciones ayudan a los organismos encargados de la aplicación de la ley a introducir cambios prácticos a partir de los resultados de Justice Navigator .

Existen cuatro categorías principales de factores de riesgo que pueden hacer que los organismos encargados de hacer cumplir la ley sean vulnerables a resultados policiales no equitativos.

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Factores de riesgo organizativos

Los factores de riesgo organizativos son creados por procesos operativos, políticas, prácticas, normas culturales y expectativas de comportamiento.

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Factores estratégicos de riesgo

Los factores de riesgo estratégicos son decisiones que los organismos encargados de hacer cumplir la ley adoptan con el objetivo de promover la seguridad pública y que pueden agravar involuntariamente las disparidades. Por ejemplo, las decisiones de despliegue o las prioridades de aplicación de la ley que concentran desproporcionadamente a los agentes en determinadas comunidades pueden aumentar las disparidades en las identificaciones y el uso de la fuerza.

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Factores de riesgo intrapersonales

Los factores de riesgo intrapersonales son creencias y actitudes que aumentan el riesgo de que los agentes individuales, consciente o inconscientemente, traten a las personas de forma poco equitativa, especialmente en determinadas situaciones. Aunque estos factores de riesgo operan a nivel individual, los sistemas y las estructuras pueden crear un riesgo interpersonal crónico, por ejemplo, al permitir que un individuo exprese una actitud en su comportamiento.

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Factores de riesgo externos

Los factores de riesgo externos existen fuera de un departamento de policía y pueden estar menos directamente bajo el control directo del departamento que los factores de riesgo organizativos y estratégicos. Sin embargo, tienen implicaciones directas en las prácticas policiales y en la capacidad de los organismos para mitigar los riesgos. Un factor de riesgo externo común es la falta de servicios sociales para las personas que padecen enfermedades mentales graves, trastornos por consumo de sustancias o carecen de hogar. Sin embargo, es importante destacar que los factores de riesgo externos también pueden presentar situaciones que aumenten el riesgo de que algunos factores de riesgo intrapersonales provoquen comportamientos discriminatorios.

Gran parte de nuestras orientaciones se centran en abordar los factores de riesgo organizativos mediante, por ejemplo, la mejora y clarificación de las políticas escritas. Esto se debe a que los organismos encargados de hacer cumplir la ley tienen el control más directo sobre los factores de riesgo organizativos y estratégicos. Sin embargo, nuestras orientaciones también señalan formas en que los departamentos pueden empezar a comprender y abordar sus factores de riesgo estratégicos, intrapersonales y externos.

Resumen de las pruebas en las que se basa el planteamiento de la EPC

Nuestro planteamiento de abordar los factores de riesgo de discriminación se basa en una amplia gama de investigaciones en ciencias sociales. En este resumen se exponen los principales resultados de dicha investigación y se indican otras lecturas.1

Para entender cómo los factores situacionales crean el riesgo de una actuación policial no equitativa, es importante comprender primero cómo influyen los prejuicios raciales en las percepciones y el comportamiento de las personas. Debido a estereotipos culturales profundamente arraigados, la gente asocia automáticamente a los negros con la delincuencia, la agresividad y el peligro2 , y también considera a los niños negros más mayores y menos inocentes que los niños blancos de la misma edad.3 La gente percibe que el problema de delincuencia de un barrio es peor cuando viven en él más negros (sobre todo jóvenes negros), incluso después de tener en cuenta las diferencias en los índices de delincuencia reales.4 Otros grupos marginados, como las personas sin vivienda, las personas con enfermedades mentales graves, las personas con trastornos por abuso de sustancias, los inmigrantes indocumentados y los profesionales del sexo, también son objeto de estereotipos culturales negativos generalizados que los hacen vulnerables a la deshumanización, la exclusión, el abandono y la violencia.5

Estos estereotipos tienen consecuencias en los encuentros entre la policía y los ciudadanos. Los estereotipos pueden llevar a las personas a interpretar las mismas expresiones faciales o comportamientos como más hostiles o amenazantes cuando miran a una persona negra en comparación con una persona blanca y pueden afectar a la forma en que las personas perciben la velocidad y el movimiento de otra persona.6 Los prejuicios raciales también pueden influir en la precisión y rapidez con que las personas identifican la presencia de armas, haciendo que sea más probable que las personas "disparen" a personas negras desarmadas que a personas blancas desarmadas en los simulacros, especialmente cuando son nuevos en la tarea de disparar.7

Aunque prácticamente todas las personas se ven afectadas por los estereotipos culturales, las situaciones pueden afectar al grado en que los estereotipos influyen en la toma de decisiones. Las personas que valoran la inclusión y la igualdad hacia todos los grupos raciales pueden tener comportamientos dispares hacia los negros y otros grupos marginados, sobre todo cuando las normas sociales no son claras, o peor aún, cuando normalizan el daño. Por eso, una parte fundamental de nuestro planteamiento para abordar las disparidades raciales es crear normas y reglas sociales claras que dirijan el comportamiento de los agentes.

Las personas son más propensas a confiar en los estereotipos en determinadas situaciones. Un ejemplo es cuando se reducen nuestros limitados recursos mentales para procesar información, tomar decisiones y controlar el comportamiento, un fenómeno conocido como agotamiento cognitivo. El agotamiento cognitivo es un factor de riesgo para la actuación policial dispar porque puede hacer que los agentes sean más propensos a confiar en atajos como los estereotipos a la hora de tomar decisiones.

El agotamiento cognitivo se produce cuando una persona está cansada, hambrienta, tiene que realizar varias tareas a la vez, está mentalmente sobrecargada o sometida a presiones de tiempo.8 Sus efectos se han documentado en jueces que fallaban de forma menos favorable entre comidas9 y en médicos que recetaban más medicamentos innecesarios cuando trabajaban turnos más largos.10 En las fuerzas del orden, los ayudantes del sheriff tenían más probabilidades de verse implicados en incidentes de uso de la fuerza y de ser objeto de quejas éticas después de trabajar jornadas largas.11

Además de las situaciones, los factores a nivel individual, como los valores personales, también pueden determinar si los estereotipos conducen a comportamientos racialmente dispares. Por ejemplo, las personas motivadas por el deseo de limitar sus prejuicios muestran reacciones menos prejuiciosas hacia los negros que las personas menos motivadas para limitar sus prejuicios.12 Además, el apoyo de los individuos a las jerarquías sociales puede determinar la probabilidad de que impongan su percepción del orden social si tienen una identidad racial dominante.

En concreto, los agentes de policía blancos que muestran apoyo a las jerarquías sociales son más propensos a utilizar la fuerza que los agentes de policía blancos que apoyan menos las jerarquías sociales.13 Los cambios organizativos, como el refuerzo de las prácticas de contratación, pueden ayudar a reducir el riesgo de que los factores de riesgo a nivel individual conduzcan a comportamientos dispares en la actuación policial. Sin embargo, es posible que los factores organizativos, estructurales y culturales a mayor escala también deban cambiar para limitar la influencia de los factores individuales.

Cuando los departamentos comprenden los factores que aumentan el riesgo de disparidad en la actuación policial, pueden tomar medidas para abordarlos. Establecer y hacer cumplir expectativas claras e inequívocas sobre el comportamiento de los agentes es una forma importante en que los departamentos pueden promover la equidad. Cuando las normas de comportamiento esperado son claras, es más probable que los agentes traten a las personas con igualdad.14 Se ha demostrado que los agentes que trabajan con políticas de uso de la fuerza más restrictivas utilizan la fuerza con menos facilidad que los agentes que trabajan con políticas menos restrictivas.15 Las normas y reglas sólo son claras cuando se hacen cumplir y cuando los compañeros siguen estas normas y dan ejemplo, lo que hace que los mecanismos eficaces de rendición de cuentas sean cruciales. Como ejemplo del efecto de la rendición de cuentas, el requisito del Departamento de Policía de Nueva York de documentar todas las identificaciones parece haber limitado las identificaciones innecesarias porque aumentó la percepción de los agentes de que sus decisiones estaban sometidas a un mayor escrutinio y tenían un mayor riesgo de sanción.16

Los cambios culturales en un departamento también pueden reducir el riesgo situacional de comportamientos dispares. Reforzar la justicia procesalEl refuerzo de la justicia procedimental, o la equidad dentro de los departamentos, puede ayudar a mejorar el bienestar de los agentes y su apoyo a las formas democráticas de actuación policial.17 Y los cambios organizativos para reducir el riesgo de agotamiento cognitivo pueden incluir la limitación de la fatiga de los agentes mediante cambios de horario y políticas de duración de los turnos. Del mismo modo, las políticas internas que promueven las tácticas de desescalada pueden ayudar a limitar la presión del tiempo y la sensación de amenaza de los agentes durante los encuentros con los miembros de la comunidad.

En los siguientes apartados de nuestra guía se esbozan medidas concretas para utilizar estos conocimientos científicos con el fin de mejorar la equidad en las prácticas policiales.

  1. Este resumen se basa en gran medida en dos artículos en particular: Swencionis, J.K. & Goff, P.A. (2017), The psychological science of racial bias and policing. Psychology, Public Policy and Law, 23(4), 398-409 y Goff, P.A. & Rau, H. (2020), Predicting Bad Policing: Theorizing Burdensome and Racially Disparate Policing through the Lenses of Social Psychology and Routine Activities. The ANNALS of the American Academy of Political and Social Science, 687(1), 67-88.
  2. Devine, P.G. (1989). Estereotipos y prejuicios: Sus componentes automáticos y controlados. Journal of Personality and Social Psychology, 56(1), 5-18; Eberhardt, J.L. et al (2004). Seeing Black: Race, Crime and Visual Processing. Journal of Personality and Social Psychology, 87(6), 876-893.
  3. Goff, P.A. y otros (2014). La esencia de la inocencia: Consecuencias de la deshumanización de los niños negros. Journal of Personality and Social Psychology, 106(4), 526-545.
  4. Qullia, L. y Pager, D. (2001). ¿Vecinos negros, mayor delincuencia? The Role of Racial Stereotypes in Evaluations of Neighborhood Crime. American Journal of Sociology, 107(3), 717-767.
  5. Cuddy, A.J., Fiske, S.T. y Glick, P. (2007). El mapa BIAS: Conductas de afecto intergrupal y estereotipos. Journal of Personality and Social Psychology, 92(4), 631-648; Harris, L.T. & y Fiske, S.T. (2006). Social groups that elicit disgust are differentially processed in mPFC. Social Cognitive and Affective Neuroscience, 2(1), 45-51.
  6. Hugenberg, K. y Bodenhausen, G.V. (2003). Facing Prejudice: Implicit Prejudice and the Perception of Facial Threat. Psychological Science, 14(6), 640-643; Kentrick, A.C. et al (2016). Moverse siendo negro: las actitudes intergrupales influyen en los juicios de velocidad. Journal of Experimental Psychology: General, 145(2), 147-154; Duncan, B.L. (1976). Differential social perception and attribution of intergroup violence: Testing the lower limits of stereotyping of blacks. Journal of Personality and Social Psychology, 87(6), 876-93.
  7. Plant, E. A., y Peruche. B.M. (2005). The consequences of race for police officers' responses to criminal suspects. Ciencia psicológica, 16(3), 180-184; Plant, E. A., Peruche, B. M., & Butz, D.A. (2005). Eliminating automatic racial bias: Making race non-diagnostic for responses to criminal suspects. Journal of Experimental Social Psychology, 41(2), 141-156; Payne, B. K. (2001). Prejudice and perception: The role of automatic and controlled processes in misperceiving a weapon. Revista de Personalidad y Psicología Social, 81(2), 181-92; Correll, J. et al. (2002). The police officer's dilemma: Using ethnicity to disambiguate potentially threatening individuals. Revista de Personalidad y Psicología Social, 83(6), 1314-1329; Correll, J. et al. (2007). Across the thin blue line: Police officers and racial bias in the decision to shoot. Revista de Personalidad y Psicología Social, 92(6), 1006-1023.
  8. Blair, I.V. (2002). La maleabilidad de los estereotipos y los prejuicios automáticos. Personality and Social Psychology Review, 6(3), 242-261; Kahnman & Eagan, 2011; Sim, J.J., Correll, J. & Sadler, M.S. (2013). Entendiendo la actuación policial y pericial: When Training Attenuates (vs. Exacerbates) Stereotypic Bias in the Decision to Shoot, Personality and Social Psychology Bulletin, 39(3), 291-304.
  9. Danziger, S., Levav, J. & Avnaim-Pesso, L. (2011). Factores extraños en las decisiones judiciales. Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, 108(17), 6889-6892.Danziger, S., Levav, J. & Avnaim-Pesso, L. (2011). Factores extraños en las decisiones judiciales. Actas de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos de América, 108(17), 6889-6892.
  10. Linder, J.A. et al. (2014). Hora del día y la decisión de prescribir antibióticos. Revista de la Asociación Médica Americana: Internal Medicine, 174(12), 2029-2031.
  11. Oficina del Auditor del Condado de King. (2017). Horas extras de la Oficina del Sheriff del Condado de King: Una mejor estrategia podría reducir los costes ocultos y los riesgos de seguridad.
  12. Dunton, B.C. y Fazio, R.H. (1997). An Individual Difference Measure of Motivation to Control Prejudiced Reactions. Personality and Social Psychology Bulletin, 23(3), 316-326; Dovidio, J. F., & Gaertner, S. L. (2004). Aversive racism. Advances in Experimental Social Psychology, 36, 1-52.
  13. Swencionis, J. K., Pouget, E. R., & Goff, P. A. (2021). Supporting Social Hierarchy is Associated with White Police Officers' Use of Force. Actas de la Academia Nacional de Ciencias, 118, 1-9.
  14. Dovidio, J. F. (2001). Sobre la naturaleza del prejuicio contemporáneo: La tercera ola. Journal of Social Issues, 57(4), 829-849; Goff y Rau 2020; Swencionis y Goff 2017.
  15. Terrill, W. y Paoline, E.A. (2017). Uso policial de la fuerza menos letal: ¿Importa la política administrativa? Justice Quarterly, 42(2), 193-216.
  16. Mummolo, J. (2018). Tácticas policiales modernas, interacciones policía-ciudadano y perspectivas de reforma. The Journal of Politics, 80(1), 1-15.
  17. Trinkner, R., Tyler, T.R., y Goff, P.A. (2016). Justicia desde dentro: Las relaciones entre un clima organizacional procedimentalmente justo y la eficiencia organizacional de la policía, la aprobación de la policía democrática y el bienestar de los oficiales. Psicología, Políticas Públicas y Derecho, 22(2), 158-172.
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